Por mucho que rechace transcribir, por mucho que me niegue a aceptar; muchas veces a creer e inclusive a sentir, no puedo resistirme, no ahora cuando al fin desde mi pequeña colina oteo la verdad, no ahora cuando el miedo ha dejado de eclipsarlo todo.
Es el primer libro que agarre después de tomar la decisión, comprado en una feria y en lo que otra temporada de mi vida hubiese llamado coincidencia, hoy le llamo magia.
De esto es lo que hablo:
Tomado del diario de Jude.
Vine corriendo aquí, y aquí me siento de alguna forma mas autentica, sin duda, mas como en casa de lo que jamás llegue a sentirme. Desde luego, me siento mas en casa que como me sentía en el aula. OH, Dios mío, Dios mío, odiaba la clase.
¿Por qué no podía admitirlo, simplemente decirlo en voz alta? No quiero hacer esto, no quiero ser esto. Quiero otra cosa. Casi cualquier cosa serviría. Como llegue a convertirme en semejante cobarde, y lo que es aun peor, tan lamentablemente aburrida? ¿Por qué, incluso ahora que no tengo que rendirle cuentas a nadie mas que a mi misma, pongo en duda este proyecto que tanto me satisface? ¿Es que no puedo aunque sea en este momento, permitirme algo sin un propósito o meta sólida, garantizada y practica? Si es una terapia, ya va siendo hora de que la deje funcionar. No me hace ningún daño.
De hecho, creo, espero, me esta haciendo algo de bien. Me siento atraída hacia la escritura. Es un término extraño para emplear, pero encaja. Escribir, me atrae, su misterio, la forma en que las palabras encajan juntas en un pagina, para formar una imagen o una observación, o solo para que estén ahí sonando. Ver mis propias palabras en la página es emocionante. Se produce una especie de vanidad maravillosa al leerlas, sabiendo que son mías. Parte de eso me aterroriza por ser tan increíblemente emocionante.
Durante mucho tiempo en mi vida, me he alejado, me he echado hacia atrás, me he ocultado de todo lo que me asustaba. Incluso cuando era intrigante. Y en el fondo de todo siento un profundo y casi extinguido deleite en lo fantástico. Como y por quien fue casi extinguido no es relevante ahora. No ahora que veo que aun existe la chispa en mi interior. La suficiente chispa como para hacerme escribir, al menos en secreto, como para creer en las leyendas, los mitos las hadas y los fantasmas. Que hay de malo en ello, no puede hacerme daño…”No puede hacer daño”.
¿Por qué no podía admitirlo, simplemente decirlo en voz alta? No quiero hacer esto, no quiero ser esto. Quiero otra cosa. Casi cualquier cosa serviría. Como llegue a convertirme en semejante cobarde, y lo que es aun peor, tan lamentablemente aburrida? ¿Por qué, incluso ahora que no tengo que rendirle cuentas a nadie mas que a mi misma, pongo en duda este proyecto que tanto me satisface? ¿Es que no puedo aunque sea en este momento, permitirme algo sin un propósito o meta sólida, garantizada y practica? Si es una terapia, ya va siendo hora de que la deje funcionar. No me hace ningún daño.
De hecho, creo, espero, me esta haciendo algo de bien. Me siento atraída hacia la escritura. Es un término extraño para emplear, pero encaja. Escribir, me atrae, su misterio, la forma en que las palabras encajan juntas en un pagina, para formar una imagen o una observación, o solo para que estén ahí sonando. Ver mis propias palabras en la página es emocionante. Se produce una especie de vanidad maravillosa al leerlas, sabiendo que son mías. Parte de eso me aterroriza por ser tan increíblemente emocionante.
Durante mucho tiempo en mi vida, me he alejado, me he echado hacia atrás, me he ocultado de todo lo que me asustaba. Incluso cuando era intrigante. Y en el fondo de todo siento un profundo y casi extinguido deleite en lo fantástico. Como y por quien fue casi extinguido no es relevante ahora. No ahora que veo que aun existe la chispa en mi interior. La suficiente chispa como para hacerme escribir, al menos en secreto, como para creer en las leyendas, los mitos las hadas y los fantasmas. Que hay de malo en ello, no puede hacerme daño…”No puede hacer daño”.
Joyas del Sol
Trilogía Irlanda I
Nora Roberts
Trilogía Irlanda I
Nora Roberts
En honor a la verdad no queda lugar para interpretación alguna, o para duda alguna. No Cuando el universo se conjuga, por una ves, con el objeto de pintar frente a mi un paisaje tácito, virgen y finalmente; mío.