sábado, 14 de marzo de 2009

Mi melodia son tus manos


No se como no pensar en ti. Nunca he sabido bien como no pensar. Y estas palabras tontas que se cuelan en mis dedos no hacen más que reclamarme que no sepa que hacer. Y es que en tus risas he cosido mis pesares, en secreto mi aliento ha suplicado sanar tus cicatrices y no hago más que tomar tus manos, apoyar en tus talones mis pies y dejarme abrazar de tu perfume; el mismo que dejo en mi ropa, y visto cuando no estas, en esos momentos, que se han convertido en todas mis noches, cuando tu figura se pinta a mis espaldas y no me deja ir… Y no se que hacer ahora, sabes? Si en mis páginas tintas solo ascecha una ironia que busca tu cuello y asalta un ardor que reclama mi pecho.

Tus silencios y mi molestosa reincidencia en las palabras; mis reclamos, tus suplicas a mi quietud, tus parpados y mi mirada. Tus boberías y mis bobos intentos de que no te olvides… que no estas solo, mi necio empeño y tú... dejándome ganar. Mis peleas con tu calma. Y mi manía de besar tus ansias. Innumerables aprietos y nuestro altruismo.

Que en un grito intente acallar esas palabras que intuí algún día saldrían de tu boca, y la mía que juro no ensayarlas más. Que el dolor me duele mas cuando es tuyo y que te toco como poca ventura cargar mis ausencias.

Tú sosiego que nos apunta un destino.
Y mi voluntad que no resiste, no poder.

Mi tiempo por un beso.

1 comentario:

F. K. Woods dijo...

envidia? sí, quiza sea ese el mounstruito verde que habita en mi pero que desea todo lo bello que puedas sentir...