sábado, 14 de marzo de 2009

Damas Invisibles en mi Cristal


Llueve y duele, por tanto cada gota es mi enemiga.

Que me existencia raya en lo absurdo, corazón…. Que esto que posee mis manos no es mas que el desden genético de hacerme notar. Que me duele pensar que este carácter mió abrace esas tertulias tontas esas que acompañan mis madrugadas. Y no no tengo ganas, mi postura exánime no es cosa de juegos, ni de rutina, esto qué deja sin ton ni son mis oraciones, esto a lo que no le hallo nombre, se ha apoderado de mis días, me empuja y me envuelve en las sabanas.

Y ya no se elevan las comisuras de mis labios algo cae sobre ellas, las moja pero no colma mi sed, misma razón por la que el naufrago muere ante la sequía, rodeado de un azul que no puede gustar. Y aun así lo pruebas, sabes? A sabiendas de que secara tus labios lo pruebas… Esta línea tan frágil que nos separa de lo irracional se dibuja en el umbral de la experiencia, no no mas bien en la capacidad de transmitir la experiencia, no se si me entiendas? Lo único con lo que no contábamos es que como seres humanos: Somos Tercos. Ves? Entonces no hay diferencia alguna.


Últimamente llueve sobre mojado en vida, y sabes que odio que llueva! Pero disfruto las pequeñas gotas que danzan en el cristal. Apacibles aceptan su destino. Será eso, será que necesito un cristal que me proteja? Que mi capacidad de disfrute nace a distancia? Y que concurriré siempre como simple espectadora? Viendo de lejos en un asiento rojo y aterciopelado el largometraje de nuestra historia.


Y ya es hora. Perdón pero no es mi culpa, dan las 12, dan las 12 y todo es culpa del cocodrilo con el reloj; dicen que el tiempo nos persigue para devorarnos.

Ves no se si entiendas mi vida. Pero algo si te explico, que disfruto de cerca, muy de cerca, nuestra manía compartida de correr descalzos.

1 comentario:

F. K. Woods dijo...

Amo que llueva y destesto el sentimiento de separacion al que me fuerza mi salud por recurrir al maldito cristal que no hace otra cosa que hacerme sentir fría y vacía.